When the Saints go marching in !
Mira que me gusta la crema de calabaza, y la calabaza en ensalada, ¡y los chips de calabaza! … pero sigo sin coger el gustillo a esto de ver a tan anaranjada cucurbitácea con esa sonrisilla malévola. Quizás porque soy de la generación de la E.G.B y la única calabaza que conocí fue la Ruperta del “un, dos, tres”; o tal vez porque no entienda que queramos dejar a un lado nuestras estupendas tradiciones para dar paso a otras más “hollywoodienses”. Por eso apuesto y abogo por la vuelta a la verdadera celebración de la Fiesta de Todos los Santos que comienza en la noche del 31 de octubre.
Si somos realistas y buscamos ser fieles a nuestros valores y tradiciones, llegaremos a la conclusión de que Halloween no tiene mucho que ver con nuestro recuerdo cristiano de los fieles difuntos, y que todas sus connotaciones son un “pelín” opuestas a nuestra fe. Está claro, no niego que sea divertido disfrazar a los pequeños de la casa y salir con ellos a pedir chuches por las calles, pero no podemos pasar por alto que las fiestas que celebramos reflejan quiénes somos e influyen en nuestra vida.
“Halloween” significa (All hallow´s eve) o Víspera Santa, porque se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos. La fantasía anglosajona, sin embargo, le ha robado su sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror. La coincidencia en fechas de la fiesta pagana con la fiesta cristiana de TODOS LOS SANTOS y la de los difuntos, que es el día siguiente, hizo que se mezclara. En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, jugaban con el miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos.
Como cristianos, ¿podemos identificarnos con esta fiesta en donde todos sus elementos, hoy por hoy, hablan de terror, santería y oscuridad? Pues yo creo que, sin hacer puré de la pobre calabaza y sacar las cosas de madre, debemos ser mensajeros de paz, de amor y portadores de la luz para el mundo. Venga! Retomemos la verdadera celebración de la Fiesta de Todos los Santos y la riqueza del festejo del día de difuntos. Cambiemos oscuridad por luz. Cambiemos a las brujas y los esqueletos que andarán por la calle y marchemos con los santos…como dice esta canción que seguramente todos hemos cantado en algún momento quizás sin percatarnos de su significado: “…oh Lord i want to be in that number, oh when the saints go marching in”.
Intentemos celebrar entonces un “HOLY WINS” una propuesta creativa de la Diócesis de París, “La santidad gana”. Ah, y a comer huesos de santo y buñuelos que están riquísimos, y algunos rellenos de calabaza, je, je.
Os dejo el comentario, siempre acertado, de Don Javier Alonso Sandoica en el blog (http://www.adiciones.es/2014/10/29/disfrazarse-no-implica-participar-en-rituales-satanicos/ )
Y terminamos con una magnífica versión del gran Springsteen del clásico “When the saints go marching in”.
¡FELIZ DÍA DE TODOS LOS SANTOS!