Yo soy la luz del mundo
Como todos sabéis, el Adviento (“venida” en latín) es el tiempo que dedicamos los cristianos a prepararnos y estar en gracia para vivir la Navidad a tope.
Llamamos Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad. Su color litúrgico, es el morado, que significa preparación espiritual y penitencia. Este domingo día 29 celebraremos el primer domingo de Adviento.
Es un momento estupendo para prepararnos y reflexionar acerca de nuestra vida, de nuestra relación con Dios y con el prójimo. De cómo vamos a vivir este año la Navidad.
El Adviento nos prepara a los creyentes en la espera del nacimiento del hijo de Dios, del verdadero Rey (como celebramos el domingo pasado), de la verdadera Luz que vence a la oscuridad. Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida para mejorar como personas, como padres, como amigos, como esposos, como hijos, como compañeros de trabajo…no solo estas cuatro semanas, también el resto del año pero está bien proponérnoslo ahora con mayor ilusión. ¡Los cristianos tenemos que ser luz para el mundo!
Para vivirlo en familia os proponemos recuperar la tradición de la Corona de Adviento. Es una corona hecha de ramas de pino o abeto con cuatro velas que se van prendiendo, cada semana una, durante los cuatro domingos antes de Navidad. Simbolizan que la luz, con la venida del Señor, vence a la oscuridad. En las coronas originales cada vela es de un color que representa, espera y penitencia, esperanza, alegría y presencia de Dios. El día de Navidad se sustituyen por velas rojas en señal de fiesta y se pone una vela blanca en el medio que simboliza a Cristo.
En casa ya la hemos sacado de su caja y empezaremos a repartir tareas para que todos participen y se vean involucrados.
Hay varias misiones:
1. Apagar las luces para crear ese ambiente familiar que tanto les gusta.
2. Poner música tranquilita (lo de tranquila es importante recalcárselo a los chicos y varias veces),
3. Hacer la lectura. (Hemos diseñado un tarjetón con la oración de la corona de adviento). *
4. Encender la vela.
Solemos ir rotando misiones, incluso encendemos y apagamos la vela varias veces hasta que todos se quedan contentos.
5. Apagar la vela…María ya ha aprendido a soplar así que ya tiene misión encomendada.
Os proponemos hacerlo siempre en el mismo lugar y a la misma hora. Al levantarse el domingo después del desayuno sin prisas y así lo verán después en la iglesia, o antes de acostarse que siempre la noche ayuda a crear ambientillo para recordar la importancia de este momento de preparación para la venida de Jesús.
En nuestra corona de adviento hemos colocado a Jesús en el centro para que no se nos olvide en estas fechas y para tener con Él una relación más cercana estos días.
Aprovechamos para ofrecerle un detalle de amor, una promesa como tener el cuarto más ordenado durante esa semana, cuidar la relación con los hermanos, ayudar en casa más de lo normal, lavarse los dientes sin rechistar…
Los padres también.
Es estupendo que nuestros hijos nos vean hacer promesas igual que hacen ellos, el ejemplo de papá y mamá es lo que mejor les llega y lo guardan para siempre. Así que empiezo yo ahora mismo comprometiéndome a no gruñir a los chicos por tonterías y a dedicarles más tiempo en los juegos y en los estudios.
Os animo a celebrar esta bonita tradición como preparación a la Navidad para que no se nos olvide y podamos contar a los demás el verdadero significado de estas fechas que se aproximan, porque JESÚS ES LA ÚNICA RAZÓN DE LA NAVIDAD (Jesus is the reason for the season!)
Feliz Adviento