Mi querido guardaespaldas

Hoy celebramos el día de los Ángeles custodios, más familiarmente conocidos como nuestros Ángeles de la guarda. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña, como verdad de fe, la existencia de seres espirituales, a los que llama ángeles.

La palabra “ángel” procede del latín angelus, y este a su vez del griego ágguelos o mal’akj en hebreo, que quiere decir “mensajero” o “servidor” de Dios (Hebreos 1,7). Hay en estos seres espirituales tres instantes: su creación, la prueba de obediencia a la que fueron sometidos por Dios,  y el premio en el cielo para los ángeles buenos, y el castigo en el infierno para los ángeles malos.

En la Biblia se les nombra en unas 400 ocasiones; tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En la vida del Hijo de Dios, se encuentran desde su nacimiento en el portal de Belén, hasta su triunfante resurrección en Jerusalén, y regreso al cielo. Por eso, Cristo Jesús es superior a todos ellos, creados por él y sometidos bajo su autoridad y poder.

Desde el momento de la concepción, Dios nos da un ángel a cada uno. Nuestro Ángel siempre está con nosotros, por lo tanto recemos por ellos y con ellos al iniciar y al finalizar cada jornada. Hablemos con ellos, agradezcamos su compañía. Y pidámosles, porque nos quieren y nos protegen. Siempre hemos creído en el ángel de la guarda como algo infantil, pero no debería ser así, pues si pensamos que la persona crece y que con este crecimiento se tendrá que enfrentar a una vida con mayores dificultades y tentaciones, el ángel custodio resulta de gran ayuda.

Hablemos en familia de ellos, ¿por qué no? Contémosle a los niños quiénes son y qué hacen por nosotros.

En las acampadas del grupo Scouts de mis hijos cada niño es, en secreto, ángel de la guarda de un compañero. Sin que el otro lo sepa, ha de estar pendiende de sus necesidades, ayudándole, sirviéndole con cariño, atento, dispuesto. Es algo precioso, acompañar, estar atento al prójimo, sin esperar nada a cambio. Os proponemos que hagáis lo mismo en casa. Un pequeño sorteo a modo de juego con los niños y a llenar la casa de angelotes:)

Dios creo a los ángeles para hacer su voluntad. Dios nos quiere proteger por medio de nuestro ángel de la guarda y nos defiende del mal por la oración a San Miguel Arcángel.

(Mucho cuidado con la comunicación con los ángeles que propone la “nueva era”. Todas estas teorías son totalmente anticristianas. Los cristianos sabemos que el único medio de comunicación con los ángeles es la oración en Dios y con Dios).