Últimamente he comprobado que en la mayoría de las casas de mis amigos no hay figuras o cuadros de la Virgen. Cada vez hay menos imágenes religiosas en las casas. En la nuestra hasta pasaba lo mismo, así que tomamos la decisión de crear un pequeño lugar donde tener presente a María. Quizás parezca una tontería, pero aunque el lío del día a día no te permita dedicarle todo el tiempo que se merece, solamente pasar a su lado, la miras, y te acuerdas de Ella, y la dices al desayunar “buenos días Madre”, o cuando los chicos vuelven del cole le lanzan un beso, o antes de acostarte le rezas un Ave María agradeciéndole el día que te ha regalado. Desde que pusimos la imagen de María, algo ha cambiado, no lo sabría explicar, pero nos acompaña, está a nuestro lado.
Os invitamos a recuperar las imágenes de Vírgenes y Cristos que nuestros padres y abuelos tenían en sus casas. Guardémosles un lugar en nuestros hogares y nuestros corazones, hagamos un rincón para rezar.